No voy a terminar el año con una entrada de un gordo con el culo al aire.
Sé que lo que comenzó como un tímido blog sobre arte (Sí!!! ARTE!!!!) y sexo, y la sexualidad en el arte, se me fue al demonio.
Habida cuenta de que en estos dos últimos años he aprendido que para hacer bien el amor hay que ser un verdadero artista, predominaron las entradas sobre sexo con imágenes a veces vulgares. Y dejé de lado lo que motivó la apertura de este blog. Pero es que en verdad no podía resistirme a llevarles alegría, toda vez que al leer sus comentarios sentía en mis oídos sus tímidas sonrisas, su alegrías y sus carcajadas.
Así las cosas, estuve debatiéndome entre dos culturas orientales para ilustrar esta entrada: la hindi y la japonesa. Y he finalmente concluído que si bien en la India con el Kamasutra saben muchísimo de sexo, en lo que respecta a la estética, la tienen más clara los amigos del sol naciente.
Los grabados shunga son producidos en Japón durante los siglos XVII y XVIII. Shunga significa "imagen de primavera", eufemismo utilizado para referirse a las relaciones sexuales.
Solían utilizarse como guía sexual para los hijos e hijas de las familias que podían pagar estos pergaminos y se guardaban junto a los muebles nupciales de la pareja.
El ukiyo-e, era una producción centrada en lo comercial, dedicada y dispuesta a satisfacer la demanda de materiales impresos, tanto literarios como visuales, de una amplia masa popular que consumía estas obras de manera muy similar a como hoy se consumen los libros y películas eróticas.
Por su estética fueron muy populares en Occidente a partir del siglo XIX. Son dibujos de una modernidad asombrosa, donde la mujer aparece no como un mero objeto erótico, sino que se muestran como amantes activas cuyo placer se halla al mismo nivel que el de los hombres y son complacidas.
Estas estampas de primavera, realizadas por el método xilográfico tuvieron gran repercusión en Occidente influenciando a algunos estilos como el Art Decó.
La diferencia con los grabados indios del Kamasutra es la obscenidad y la pasión que producen las imágenes, con una estética que nos resulta mucho más cercana a nuestro tiempo.
